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LA NUEZ DE ARRIBA: Evidentemente, las primeras son las más frecuentes....

El dolor de espalda es una afección que la mayoría de las personas padecemos en algún momento de nuestra vida.

Así, a grandes rasgos, el dolor de espalda puede ser dividido, según la zona que afecte, en cervicalgia, dorsalgia o lumbalgia.

Sus causas pueden ser múltiples: Desde posturales, fácilmente corregibles, hasta enfermedades inflamatorias crónicas, de manejo más complejo.

Evidentemente, las primeras son las más frecuentes. Así, ante un paciente que presenta dolor a nivel de espalda, en cualquier localización, hemos de intentar deducir el mecanismo que lo originó: Una contusión, un esfuerzo desmesurado puntual, una mala postura...

Si no existe una causa detonante evidente, es decir, si el dolor no es puntual, sino que lo padecemos de manera repetida y recurrente, deberíamos plantearnos hacer una serie de cambios en nuestra manera de actuar, para evitar sobrecargar la espalda. Algunos cambios a realizar podrían ser:
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Realizar ejercicio físico regular, que no comporte sobrecarga de la zona afectada de la espalda. Destacan, por su eficacia, la natación y el yoga. En el caso de éste último su eficiencia radica en el hecho de conseguir mayor elasticidad muscular, cosa que nos facilitará posteriormente la realización de movimientos.