Muy buenas tardes Victoria.
Como se que tienes que estar a punto de llegar del trabajo, a eso vengo, a darte las buenas tardes y desearte que te lo pases estupendamente.
Ya habrás visto las fotos nuevas de Las Matas.
Son de la naturaleza, de las que a mi me gustan, con florecitas y bichitos y todo eso.
Lo dicho, hasta luego.
Como se que tienes que estar a punto de llegar del trabajo, a eso vengo, a darte las buenas tardes y desearte que te lo pases estupendamente.
Ya habrás visto las fotos nuevas de Las Matas.
Son de la naturaleza, de las que a mi me gustan, con florecitas y bichitos y todo eso.
Lo dicho, hasta luego.
Buenas tardes Pepepaco.
Denuebo aqui estoy de momento solo saludarte
Me estirare un rato estoy muy cansada
Las fotos muy bonitas y que decir del grillo
Que tendas suerte en el exsamen
Un saludo y luego nos vemos
LO QUE CUESTA SER UN ANGEL
Una anciana muere y llega al Cielo. En las puertas del mismo se encuentra con San Pedro, y se ponen a conversar.
De repente, escucha unos gritos espeluznantes.
-No te preocupes por eso -le dice San Pedro-. Es sólo que le están haciendo los hoyos en la espalda a alguien para poder ponerle las alas.
La viejecita se pone un poco nerviosa con ésto, pero continúa conversando.
Diez minutos más tarde, se escuchan nuevos y escalofriantes gritos.
- ¡Pero, Dios mío! -exclama la anciana- ¿Y ahora qué está sucediendo?
-No hay nada de qué preocuparse -le contesta San Pedro-. Lo que pasa es que están haciendo las perforaciones que se necesitan para instalar las aureolas..
- ¡Ah, no, eso sí que no! -dice la viejecita- ¡No soy capaz de resistir todo ésto! Mejor me voy al infierno.
- ¡Pero no puedes hacer eso! -le dice el Portero celestial- ¡No te puedes ir al infierno! ¡Allí abusarán de ti y te violarán!
- ¡No importa, para eso ya tengo los hoyos hechos!
Denuebo aqui estoy de momento solo saludarte
Me estirare un rato estoy muy cansada
Las fotos muy bonitas y que decir del grillo
Que tendas suerte en el exsamen
Un saludo y luego nos vemos
LO QUE CUESTA SER UN ANGEL
Una anciana muere y llega al Cielo. En las puertas del mismo se encuentra con San Pedro, y se ponen a conversar.
De repente, escucha unos gritos espeluznantes.
-No te preocupes por eso -le dice San Pedro-. Es sólo que le están haciendo los hoyos en la espalda a alguien para poder ponerle las alas.
La viejecita se pone un poco nerviosa con ésto, pero continúa conversando.
Diez minutos más tarde, se escuchan nuevos y escalofriantes gritos.
- ¡Pero, Dios mío! -exclama la anciana- ¿Y ahora qué está sucediendo?
-No hay nada de qué preocuparse -le contesta San Pedro-. Lo que pasa es que están haciendo las perforaciones que se necesitan para instalar las aureolas..
- ¡Ah, no, eso sí que no! -dice la viejecita- ¡No soy capaz de resistir todo ésto! Mejor me voy al infierno.
- ¡Pero no puedes hacer eso! -le dice el Portero celestial- ¡No te puedes ir al infierno! ¡Allí abusarán de ti y te violarán!
- ¡No importa, para eso ya tengo los hoyos hechos!