. Cuanto mayor fondo tiene el hombre tanto tiene de persona. Como los brillos interiores y profundos del diamante, lo interior del hombre siempre debe valer el doble que lo exterior. Hay sujetos que sólo son fachada, como casas sin acabar porque faltó caudal: tiene la entrada de palacio y de choza las habitaciones. No hay en estos donde descansar, o todo descansa, porque tras el saludo se acabó la conversación.