313
Bajo los pliegues semitransparentes
de la bata adivino tu figura;
deslizando mi mano en la abertura
florecerán deseos inminentes
al rodear mi brazo tu cintura.
332
Dedos de fina seda tiene el viento,
e impulsos de callado atrevimiento;
rondándote la blusa le sentí.
Percibí sus caricias en tus senos,
y cuanto más le dejas, tanto menos
parece ser que queda para mí.
343
Si acaso temes o si acaso dudas,
piensa en la vida que se desperdicia;
acaricia la piel que te acaricia,
mira en silencio las miradas mudas.
Ríe con el que ríe, y al que olvida
olvídale sin más, pero a quien ama
ámale con pasión, y que esa llama
desvanezca las sombras de tu vida.
Bajo los pliegues semitransparentes
de la bata adivino tu figura;
deslizando mi mano en la abertura
florecerán deseos inminentes
al rodear mi brazo tu cintura.
332
Dedos de fina seda tiene el viento,
e impulsos de callado atrevimiento;
rondándote la blusa le sentí.
Percibí sus caricias en tus senos,
y cuanto más le dejas, tanto menos
parece ser que queda para mí.
343
Si acaso temes o si acaso dudas,
piensa en la vida que se desperdicia;
acaricia la piel que te acaricia,
mira en silencio las miradas mudas.
Ríe con el que ríe, y al que olvida
olvídale sin más, pero a quien ama
ámale con pasión, y que esa llama
desvanezca las sombras de tu vida.
Alza tu falda juguetón el viento
con sus mil dedos de invisible amante
acariciando el vientre con su aliento,
y pintando de rojo tu semblante,
pero no te defiendes de su intento,
tan atrevido como estimulante.
Si el camino del viento yo siguiera,
cómo te haría mía a mi manera.
353
Muerde tus muslos al pasar el río
y lúbrico se apropia tu figura;
yo te contemplo oculto en la espesura,
y percibo un ligero escalofrío
anudándose en torno a tu cintura.
con sus mil dedos de invisible amante
acariciando el vientre con su aliento,
y pintando de rojo tu semblante,
pero no te defiendes de su intento,
tan atrevido como estimulante.
Si el camino del viento yo siguiera,
cómo te haría mía a mi manera.
353
Muerde tus muslos al pasar el río
y lúbrico se apropia tu figura;
yo te contemplo oculto en la espesura,
y percibo un ligero escalofrío
anudándose en torno a tu cintura.
374
Tu beso ha recorrido mis sentidos,
serpiente de calor y de humedades,
vertiendo su veneno en mis oídos,
indagando en el vientre oscuridades,
ya en juegos silenciosos y prohibidos,
ya bordeando en las frivolidades;
y de la rigidez a lo flexible,
no halló lugar que fuera inaccesible.
Tu beso ha recorrido mis sentidos,
serpiente de calor y de humedades,
vertiendo su veneno en mis oídos,
indagando en el vientre oscuridades,
ya en juegos silenciosos y prohibidos,
ya bordeando en las frivolidades;
y de la rigidez a lo flexible,
no halló lugar que fuera inaccesible.