Hay lágrimas en mí cuando tú lloras,
y habrá sonrisas cuando tú sonrías;
permíteme que arranque de tus días
un ramillete de olvidadas horas,
para alargar tus noches, y las mías,
retrasando la luz de las auroras.
200
Cuántas veces mi cuerpo ha percibido
la magia y el calor de tu contacto,
y cuántas en el alma he recibido
tu entrega, sin haber firmado un pacto.
Tu impulso, generoso y decidido,
fue un estado de amor, no un sólo acto;
y habrá de prolongarse en permanencia
con cada beso y cada confidencia.
y habrá sonrisas cuando tú sonrías;
permíteme que arranque de tus días
un ramillete de olvidadas horas,
para alargar tus noches, y las mías,
retrasando la luz de las auroras.
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Cuántas veces mi cuerpo ha percibido
la magia y el calor de tu contacto,
y cuántas en el alma he recibido
tu entrega, sin haber firmado un pacto.
Tu impulso, generoso y decidido,
fue un estado de amor, no un sólo acto;
y habrá de prolongarse en permanencia
con cada beso y cada confidencia.
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