El silencio es mi amigo, y mi mayor enemigo (djaa)
Yo no llamo malvado propiamente al que peca, sino al que peca sin remordimiento (Giacomo Leopardi)
Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello que me deslumbra. Aunque ya nada pueda devolverme las horas de esplendor en la hierba, de la gloria en las flores, no debemos afligirnos, pues siempre, la belleza subsiste en el recuerdo
Ma apresuro a reirme de todo, ante el miedo de ser obligado a llorar por ello (Pierre Agustín)