No sé de quién partió,
qué mano tensó el arco
y alimentó la sierpe con mi sangre,
pero mi voz, antaño fuerte y honda,
se ha quebrado
y mis fuerzas se apagan
qué mano tensó el arco
y alimentó la sierpe con mi sangre,
pero mi voz, antaño fuerte y honda,
se ha quebrado
y mis fuerzas se apagan