Si la monarquía es el martillo que aplasta al pueblo, la democracia es el hacha que lo divide; ambas matan igualmente la libertad. El sufragio universal es una especie de atomismo por el cual, no pudiendo el legislador hacer hablar al pueblo en la unidad de su creencia, invita a los ciudadanos a expresar su opinión por cabezas... Esto es ateísmo político en la significación peor del término, como si de la suma de una cantidad cualquiera de sufragios pudiera resultar jamás un pensamiento general... El medio más seguro de hacer mentir al pueblo es el sufragio universal... el sufragio universal, testimonio de la discordia, sólo puede producir discordia. Proudhon. "Oeuvres complètes".
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