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LA NUEZ DE ARRIBA: Vamos, Salino, vamos! (4)....

LA CANCION LIRICO-AMOROSA EN LOS CANTOS DE TRABAJO

El cantor se apoya en la experiencia amorosa o sentimental para aliviar la carga de un trabajo penoso, para consumir con mayor facilidad las largas horas de la jornada campesina. La emotividad y el lirismo alcanzan cotas de auténtica belleza

"Segador que bien siegas
por el camino,
mientras la tu zagala
lava en el río.

Ya vienen los segadores
en busca de sus amores,
después de segar y segar" (1).

El segador que vuelve al atardecer, camino de la aldea, espera el amoroso regazo de la esposa o la mirada serena y comprensiva de la novia morena que, fielmente, aguarda su llegada. El mozo que vuelve del molino entona su canto de manera similar a la del segador

"Y esquilones de plata
van repicando
y mi novia en la aldea
me está esperando" (2),

y ambos, uno con la hoz a la cintura, el otro con los costales de harina, cobijan la misma esperanza: una caricia, una mirada que sirva de dulce recompensa.

Pero no siempre son los cantos amorosos el tema de estas tonadas, una alusión sencilla y emotiva al ambiente que rodea su quehacer puede plasmar magistralmente el amor del hombre a la tierra y a sus compañeros de trabajo

"Esquilones de plata,
bueyes Salinos,
y los mozos contentos
van al molino" (3).

o la dureza de la vida en el campo

Vamos, Salino, vamos! (4).

" Y ese buey de la derecha
tiene la corna rompida
que se la rompió subiendo.
la cuesta de La Florida" (5).

Sin embargo, estos ejemplos son los menos abundantes, el tono de los cantos de trabajo -en este primer apartado que estamos estudiando- se inclina hacia el sentimiento amoroso, bien ante la seguridad de la mujer amada o ante el dilema de un amor no formalizado

"Si me quieres dímelo
si no dime que me vaya,
no me tengas al sereno
que no soy cántaro de agua" (6),

que quema, dulcemente, el corazón del poeta. También los amores imposibles (7) se reflejan en numerosos ejemplos
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
De que te sirve, niña,
regar claveles
si no puedes casarte
con el que quieres" (8).

"Mi madre me da de palos
porque quiero a un segador,
y al son de los palos digo:
¡ay! que me muero de amor" (9).

Y no debe extrañarnos en absoluto, ya que ha sido, durante largo tiempo, característica que ha señalado nuestra sociedad, fruto de una rígida estamentación social que se manifiesta con mayor fuerza en las zonas rurales, ancladas muchas veces en un pasado de hidalguías y escudos nobiliarios.

Como colofón a esta primera parte veamos dos estrofas de una Arada salmantina, ya mencionada, en las que la emoción lírica se antepone a cualquier otra posición. El contenido de estos versos se ha difundido extraordinariamente, y forma parte, hoy en día, de infinidad de canciones populares.

"y el día que tu naciste
nacieron tres cosas buenas:
nació el sol, nació la luna
y nacieron las estrellas.

Y el día que tu naciste
nacieron todas las flores,
y en la pila del bautismo
cantaron los ruiseñores" (10). ... (ver texto completo)