LA CANCION LIRICO-AMOROSA EN LOS CANTOS DE TRABAJO
El cantor se apoya en la experiencia amorosa o sentimental para aliviar la carga de un trabajo penoso, para consumir con mayor facilidad las largas horas de la jornada campesina. La emotividad y el lirismo alcanzan cotas de auténtica belleza
"Segador que bien siegas
por el camino,
mientras la tu zagala
lava en el río.
Ya vienen los segadores
en busca de sus amores,
después de segar y segar" (1).
El segador que vuelve al atardecer, camino de la aldea, espera el amoroso regazo de la esposa o la mirada serena y comprensiva de la novia morena que, fielmente, aguarda su llegada. El mozo que vuelve del molino entona su canto de manera similar a la del segador
El cantor se apoya en la experiencia amorosa o sentimental para aliviar la carga de un trabajo penoso, para consumir con mayor facilidad las largas horas de la jornada campesina. La emotividad y el lirismo alcanzan cotas de auténtica belleza
"Segador que bien siegas
por el camino,
mientras la tu zagala
lava en el río.
Ya vienen los segadores
en busca de sus amores,
después de segar y segar" (1).
El segador que vuelve al atardecer, camino de la aldea, espera el amoroso regazo de la esposa o la mirada serena y comprensiva de la novia morena que, fielmente, aguarda su llegada. El mozo que vuelve del molino entona su canto de manera similar a la del segador
"Y esquilones de plata
van repicando
y mi novia en la aldea
me está esperando" (2),
y ambos, uno con la hoz a la cintura, el otro con los costales de harina, cobijan la misma esperanza: una caricia, una mirada que sirva de dulce recompensa.
Pero no siempre son los cantos amorosos el tema de estas tonadas, una alusión sencilla y emotiva al ambiente que rodea su quehacer puede plasmar magistralmente el amor del hombre a la tierra y a sus compañeros de trabajo
"Esquilones de plata,
bueyes Salinos,
y los mozos contentos
van al molino" (3).
o la dureza de la vida en el campo
van repicando
y mi novia en la aldea
me está esperando" (2),
y ambos, uno con la hoz a la cintura, el otro con los costales de harina, cobijan la misma esperanza: una caricia, una mirada que sirva de dulce recompensa.
Pero no siempre son los cantos amorosos el tema de estas tonadas, una alusión sencilla y emotiva al ambiente que rodea su quehacer puede plasmar magistralmente el amor del hombre a la tierra y a sus compañeros de trabajo
"Esquilones de plata,
bueyes Salinos,
y los mozos contentos
van al molino" (3).
o la dureza de la vida en el campo