A la
sombra posible, humanamente
eres
feliz, sostienes
la manzana de oro en las manos.
No dejes que en tu
huerto, en tantos
árboles,
millonaria de
flores se desmande
la inmensa dimensión de tu deseo.
Aprieta entre tus dedos esa presa dorada.
Nunca jamás la sueltes
por coger la cosecha inabarcable