Cuando callas ante la injusticia, conozco tu miedo y tu complicidad.
Cuando callas ante lo imposible, conozco tu madurez y tu dominio
Cuando callas ante lo imposible, conozco tu madurez y tu dominio
Cuando callas ante la estupidez ajena, conozco tu sabiduría.
Cuando callas tus propios méritos, conozco tu humildad y tu grandeza.
El silencio es el templo donde el sabio medita,
la cárcel de la que huye el necio
y el refugio donde se esconde el cobarde.
la cárcel de la que huye el necio
y el refugio donde se esconde el cobarde.
Aunque hay cientos de idiomas en el mundo, una sonrisa los habla todos.
Una sonrisa es lo mas bonito que podemos regalar
Cuando aprenden que hay placer en la fuerza de motivar a otros, no en la falsa fuerza de humillar.
Cuando aprenden que el elogio de otros es halagador pero sin sentido si no se conjuga con el respeto a si mismo.
Cuando aprenden que el valor de una vida se mide mejor no por los años dedicados a acumular posesiones sino por los momentos dedicados a dar de sí mismo, compartiendo sabiduría, inspirando esperanza, secando lágrimas y conmoviendo corazones.
Cuando aprenden que la belleza de una persona no se ve con los ojos sino con el corazón; y que aunque el tiempo y las penurias pueden destruir nuestra coraza exterior, nos pueden mejorar el carácter y la perspectiva.
Cuando aprenden que el elogio de otros es halagador pero sin sentido si no se conjuga con el respeto a si mismo.
Cuando aprenden que el valor de una vida se mide mejor no por los años dedicados a acumular posesiones sino por los momentos dedicados a dar de sí mismo, compartiendo sabiduría, inspirando esperanza, secando lágrimas y conmoviendo corazones.
Cuando aprenden que la belleza de una persona no se ve con los ojos sino con el corazón; y que aunque el tiempo y las penurias pueden destruir nuestra coraza exterior, nos pueden mejorar el carácter y la perspectiva.
Cuando aprenden a abstenerse de juzgar, sabiendo que todas las personas están dotadas de cualidades y defectos, y que la aparición de unas u otros depende de la ayuda ofrecida o el daño infligido por otros.
Cuando aprenden que a todas las personas se les ha dado el don de tener un yo único, y que el propósito de la vida es compartir lo mejor de ese don con el mundo.
Cuando los niños aprenden estos ideales y cómo practicarlos en el arte del buen vivir, ya no son niños... son una bendición para quienes los conozcan, y valiosos modelos para todo el mundo.
Cuando aprenden que a todas las personas se les ha dado el don de tener un yo único, y que el propósito de la vida es compartir lo mejor de ese don con el mundo.
Cuando los niños aprenden estos ideales y cómo practicarlos en el arte del buen vivir, ya no son niños... son una bendición para quienes los conozcan, y valiosos modelos para todo el mundo.
Cuando sonreímos a alguien, nueve de cada diez veces nos devuelve la sonrisa; o sea que en definitiva son dos las personas a las que comunicamos alegría y cuya existencia mejoramos
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