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LA NUEZ DE ARRIBA: Desde entonces no dejo que nada me asuste, atemorice...

Esto me hizo reflexionar acerca de mi vida; pues al recordar como la indefensa rosa luchaba por seguir en pié ante la tempestad, y después de observar cuán dura había sido su lucha, me recordó las dificultades que había tenido en mi vida, y de como muchas veces, había sentido que ya no podía mas, pero al ver la rosa roja, en pié y victoriosa, recordé aquel pasaje de la biblia, donde Jesús nos dice que nosotros valemos mas que las flores del campo y los pajarillos del cielo, y pensé: "Si Jesús dió fuerza a esa pequeña rosa roja para pasar la tempestad; por qué he yo de temer a las adversidades?, pues si Jesús no dejó que esa rosa que no ama, no camina y no tiene razón soportara la tormenta, cuánto mas cuidará de mí, hijo de Dios y heredero de la vida eterna?".

Desde entonces no dejo que nada me asuste, atemorice o desanime, y cada vez que siento desfallecer; recuerdo aquella pequeña rosa roja, la cuál me mostró cuánto valgo y lo duro que he de pelear en este mundo, pero también recuerdo el amor que me tiene aquel que dió fuerza a la rosa, para que pudiera resistir... Gracias Jesús! por ayudarme a resistir.