Esto me hizo reflexionar acerca de mi vida; pues al recordar como la indefensa rosa luchaba por seguir en pié ante la tempestad, y después de observar cuán dura había sido su lucha, me recordó las dificultades que había tenido en mi vida, y de como muchas veces, había sentido que ya no podía mas, pero al ver la rosa roja, en pié y victoriosa, recordé aquel pasaje de la biblia, donde Jesús nos dice que nosotros valemos mas que las flores del campo y los pajarillos del cielo, y pensé: "Si Jesús dió fuerza a esa pequeña rosa roja para pasar la tempestad; por qué he yo de temer a las adversidades?, pues si Jesús no dejó que esa rosa que no ama, no camina y no tiene razón soportara la tormenta, cuánto mas cuidará de mí, hijo de Dios y heredero de la vida eterna?".