LA NUEZ DE ARRIBA: que están respirando amor?...

¡Cuán gritan esos malditos
pero, mal rayo me parta
si en concluyendo la carta
no pagan caros sus gritos!

Y esas dos líquidas perlas
que se desprenden tranquilas
de tus radiantes pupilas
convidándome a beberlas,
evaporarse a no verlas
de sí mismas al calor,
y ese encendido rubor
que en tu semblante no había,
¿no es verdad, hermosa mía,

que están respirando amor?

¡Oh! Sí, bellísima Inés,
espejo y luz de mis ojos,
escucharme sin enojos
como lo haces, amor es;