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LA NUEZ DE ARRIBA: Qué importa, ya nada pesa,...

Qué importa, ya nada pesa,
ni el estribillo de los condones ni la beatitud de una piedra
abandonada en la habitación de los años de la mujer que
reposa sobre sus detenidos deseos;
parpadeo de una vida,
cráter, cascada, similar a la marea,
orilla del cuerpo,
manantial sosegado,
palabras hacia adentro,
espiga de un mundo entreabierto en la sala,
junto con las fotos de primera comunión y casamiento.
Viento condenado a repetirse en la imprevista añadidura de
una mordida o en el berrinche por la última borrachera