No hay ninguno tan pobre que la muerte no le sobre
Nuestro refranero acostumbra a ironizar con la miseria, para mostrarnos que en ocasiones, pese a la extrema pobreza o necesidad, hay cosas que no se desean. En un sentido general, el refrán se refiere a que los males no son santo de devoción de nadie. Como en tantas otras ocasiones, el refrán alude al gran valor de la salud, principal riqueza de los humanos.
Nuestro refranero acostumbra a ironizar con la miseria, para mostrarnos que en ocasiones, pese a la extrema pobreza o necesidad, hay cosas que no se desean. En un sentido general, el refrán se refiere a que los males no son santo de devoción de nadie. Como en tantas otras ocasiones, el refrán alude al gran valor de la salud, principal riqueza de los humanos.