1. Escucha la sabiduría de tu cuerpo que se expresa a través de señales de comodidad e incomodidad. Cuando elijas una conducta determinada, pregúntale a tu cuerpo: ¿Cómo te sientes acerca de esto? Si te contesta con señales de malestar, ¡Cuidado! Si te responde con alegría y comodidad ¡Adelante!.