Escapó un pájaro prolongando su vuelo
en el peso justo de las palabras.
Desnudó cada estrella dejando
toda proeza a la piel del olvido.
En el roce del cielo
devoraba la sombra el final del camino
palpitando y dispersa
en la sentencia del encuentro.
Atada al ruiseñor de las lunas
y dejando mis ojos en el mundo
hice de aquel pequeño hallazgo con la muerte
una liviana frase, suelta, inscrita,
por si sueño alguna vez en sus brazos.
Sombra y pájaros escaparon de mis heridas.
Me encontré de golpe en el intento,
dejando mis últimas lágrimas en su garganta.
en el peso justo de las palabras.
Desnudó cada estrella dejando
toda proeza a la piel del olvido.
En el roce del cielo
devoraba la sombra el final del camino
palpitando y dispersa
en la sentencia del encuentro.
Atada al ruiseñor de las lunas
y dejando mis ojos en el mundo
hice de aquel pequeño hallazgo con la muerte
una liviana frase, suelta, inscrita,
por si sueño alguna vez en sus brazos.
Sombra y pájaros escaparon de mis heridas.
Me encontré de golpe en el intento,
dejando mis últimas lágrimas en su garganta.