Compramos energía a futuro

LA NUEZ DE ARRIBA: hOLA Las Matas....

HACER EL QUESO

Hacían también queso. Hervían primeramente la leche recién ordeñada. Como el ordeñe de cada día no daba suficiente leche para la elaboracíón del queso, se guardaba en tinajas, al fresco, la leche ordeñada de los días anteriores.
En lo alto de la cocina pendía el cuajar de un corderillo sacrificado. Aquel resto de rumiante joven se introducía en la leche hirviendo, y comenzaba rápidamente a cuajar. Cuando toda la leche estaba bien cuajada se vertía en un paño grande; en él envuelta, se la metía en la quesera, es decir, en una vasija de barro o de acero agujereada por todas partes. La quesera se colocaba en una mesa redonda, en su zona central rebajada en forma de círculo y con canales hasta los bordes, y allí se exprimía todo el envuelto hasta que perdía la última gota de suero.
Una vez que la leche cuajaba había soltado todo el suero, se la dejaba algunos días en la quesera, bien envuelta. Cuando ya había endurecido lo suficiente, se le quitaba el paño y en un plato se colocaba el queso recién hecho. Sabía bien aquel producto. Algunas veces se consumía fresco, pero generalmente se dejaba endurecer. Y allí, en lo alto de la despensa, en unas tablas de madera alargadas bien colgadas del techo, allí alineados los quesos, esperaban, en la mayor parte de los casos, que el ama de casa los descendiera para iniciar su consumición.

hOLA Las Matas.
¿que ricas estaban las guajadas, yo madrugaba, con tal de pode comerlas, mi madre, hacia unos quesos riquisimos.
Ordeñar, las ovejas, era muy complivado, al menos para mi me hechaban de la tenada, pues, la poca leche que ordeñaba, la mitad, al suelo, ¿y el requeson? que rico estaba.
Bueno ya no me enrollo mas.
Un saludo. Por fin tengo fiesta.