Y un antílope dorado
con cuernos de rubíes
y hocico de miel,
con patas de incienso,
de mirada fiel,
entre los cerezos
de lamento suave,
paseaba su sed.
con cuernos de rubíes
y hocico de miel,
con patas de incienso,
de mirada fiel,
entre los cerezos
de lamento suave,
paseaba su sed.