Ciertamente un mal día
se pararon los molinos alegres
se peinaron los campos con escarcha fría
y la campiña se murió para siempre.
Cientamente me dejaste en la unbría
en un helado cesped
que me sumieron en una parcela de ortigas.
Ciertamente me embrujaste
amiga mía
para arrojarme en un pozo amargo
el día de tu partida.
Ciertamente me llenaste todo el prado
de mi corazón de brisa herida.
! Y yo que te estuve amando
a cada hora, muchos días
en flores de primavera,
y todo un verano...
en la playa aquella!
Ciertamente que te estoy esperando
a galope del ayer en caricias,
amanezcan de nuevo tus labios,
Ciertamente, te sueño,
suplico, y te gimo en caricias
dormido y despierto.
y al dolor que grita
le digo:! no quiero se eso.
No quiero se eso, mujer que me humilla
no quiero de ti tu silencio
ni sentirme, estrella cautiva
en tu firmamento.
Sepas que me arropo aún de sueños
aún en noches sombrías.
Sepas que desangra mi pecho
del dolor de tus flechas.
libertad.
se pararon los molinos alegres
se peinaron los campos con escarcha fría
y la campiña se murió para siempre.
Cientamente me dejaste en la unbría
en un helado cesped
que me sumieron en una parcela de ortigas.
Ciertamente me embrujaste
amiga mía
para arrojarme en un pozo amargo
el día de tu partida.
Ciertamente me llenaste todo el prado
de mi corazón de brisa herida.
! Y yo que te estuve amando
a cada hora, muchos días
en flores de primavera,
y todo un verano...
en la playa aquella!
Ciertamente que te estoy esperando
a galope del ayer en caricias,
amanezcan de nuevo tus labios,
Ciertamente, te sueño,
suplico, y te gimo en caricias
dormido y despierto.
y al dolor que grita
le digo:! no quiero se eso.
No quiero se eso, mujer que me humilla
no quiero de ti tu silencio
ni sentirme, estrella cautiva
en tu firmamento.
Sepas que me arropo aún de sueños
aún en noches sombrías.
Sepas que desangra mi pecho
del dolor de tus flechas.
libertad.