Compramos energía a futuro

LA NUEZ DE ARRIBA: Y el crujido triste, incierto, de las rojas colgaduras...

Y el crujido triste, incierto, de las rojas colgaduras
Me aterraba, me llenaba de fantásticas pavuras,
De tal modo que el latido de mi pecho palpitante
Procurando dominar,
" ¡Es, sin duda, un visitante-repetía con instancia-
Que a mi alcoba quiere entrar:
Un tardío visitante a las puertas de mi estancia...,
Eso es todo, y nada más!".