Ocuparse de sí mismo es bueno para los demás!
Cultivar el respeto hacia uno mismo es la base del respecto hacia el otro. Cuidarse repercute favorablemente en nuestro entorno: si satisfacemos nuestras propias necesidades dejaremos de esperar que las llenen los demás.
Protegernos del exterior respetando nuestras necesidades y nuestro ritmo interior significa dejar aflorar las dimensiones afectiva, intuitiva y creadora. Sin estos aspectos, nuestra relación con el mundo se vuelve mecánica, insípida. Dedicarnos tiempo nos pone en contacto con nuestro equilibrio interior, fortaleciéndonos ante los imprevistos
Cultivar el respeto hacia uno mismo es la base del respecto hacia el otro. Cuidarse repercute favorablemente en nuestro entorno: si satisfacemos nuestras propias necesidades dejaremos de esperar que las llenen los demás.
Protegernos del exterior respetando nuestras necesidades y nuestro ritmo interior significa dejar aflorar las dimensiones afectiva, intuitiva y creadora. Sin estos aspectos, nuestra relación con el mundo se vuelve mecánica, insípida. Dedicarnos tiempo nos pone en contacto con nuestro equilibrio interior, fortaleciéndonos ante los imprevistos