AMAPOLA
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Trigales maduros
en el campo mío,
junto al cementerio,
junto a la ribera,
sobre la colina,
sobre el arroyuelo.
La campiña es rica,
la vida es alegre,
las chiquillas cantan,
los pájaros trinan,
la brisa del día,
alegra la vida.
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Trigales maduros
en el campo mío,
junto al cementerio,
junto a la ribera,
sobre la colina,
sobre el arroyuelo.
La campiña es rica,
la vida es alegre,
las chiquillas cantan,
los pájaros trinan,
la brisa del día,
alegra la vida.
Entre los trigales
de la mi ribera,
en el cementerio
de la mi colina,
sobre el arroyuelo,
la campiña es rica,
y las amapolas
con su colorido,
alegran los valles
en el campo mío.
¡Qué color tan rojo
tiene la amapola,
entre los trigales
de la mi ribera,
en el cementerio
de la mi colina.
Adornan el campo
con su colorido,
en los días tristes,
en el duro estío!
de la mi ribera,
en el cementerio
de la mi colina,
sobre el arroyuelo,
la campiña es rica,
y las amapolas
con su colorido,
alegran los valles
en el campo mío.
¡Qué color tan rojo
tiene la amapola,
entre los trigales
de la mi ribera,
en el cementerio
de la mi colina.
Adornan el campo
con su colorido,
en los días tristes,
en el duro estío!
Espigas doradas
en el campo mío,
le rinden amor
a su colorido,
rojo como sangre,
pura como el lirio...
ellas se levantan
junto a la ribera,
en el camposanto,
sobre la colina,
en el arroyuelo.
La noche silencio
rompe su mutismo
junto al arroyuelo...
Le brinda su amor
a las amapolas
con su rojo cuerpo,
limpias como el agua,
puras como el lirio,
serias como el viento,
ellas se levantan
por las mañanitas
en el cementerio.
Colorido rojo
en el campo mío,
entre los trigales
de la mi ribera
con el fuerte sol
de la mi colina,
ellas se asemejan,
¡a la sangre mía!
santos aparicio
en el campo mío,
le rinden amor
a su colorido,
rojo como sangre,
pura como el lirio...
ellas se levantan
junto a la ribera,
en el camposanto,
sobre la colina,
en el arroyuelo.
La noche silencio
rompe su mutismo
junto al arroyuelo...
Le brinda su amor
a las amapolas
con su rojo cuerpo,
limpias como el agua,
puras como el lirio,
serias como el viento,
ellas se levantan
por las mañanitas
en el cementerio.
Colorido rojo
en el campo mío,
entre los trigales
de la mi ribera
con el fuerte sol
de la mi colina,
ellas se asemejan,
¡a la sangre mía!
santos aparicio