Me marché en la penumbra
de la madrugada
con la certeza de no volver jamás
a tus manos tocar ni tus labios besar...
de la madrugada
con la certeza de no volver jamás
a tus manos tocar ni tus labios besar...
Dos amantes que se entregaron
en cuerpo y alma al amor...
y que por azares del destino
se dijeron adiós...
en cuerpo y alma al amor...
y que por azares del destino
se dijeron adiós...
Un adiós sin razones,
que solo dolor causó
un sangrante corazón
que con una puñalada
de mis prejuicios le ocasionó
que solo dolor causó
un sangrante corazón
que con una puñalada
de mis prejuicios le ocasionó