Compramos energía a futuro

LA NUEZ DE ARRIBA: Las señas. ...

Las señas.
Perdí mi corazón - ¿lo habéis hallado,
ninfas del valle en que penando vivo?-

ayer andando solo y pensativo,

suspirando mi amor por este prado.

Él huyó de mi pecho desolado
como el rayo veloz, y tan esquivo

que yo grité: "Detente, ¡oh fugitivo!"

y ya no lo vi más por ningún lado.

Si no lo conocéis, como en un ara
arde en él una hoguera, y cruda herida

por víctima de Silvia lo declara.

Dadlo, por vuestro bien, que esa homicida
lo hizo tan infeliz que donde para

mi corazón, ya no hay placer ni vida.

Juan Bautista Arriaza.