Déjame
No puedo hablar de la brisa del atardecer
no puedo cantar odas al amor
Sólo puedo encender una luz
la luz que acompañe a tu corazón
Déjame que cierre esa oquedad
déja que mi voz sea otro testigo
de esta locura que nos quieren vender
Que no te engañe su argucia
que no te vendan como necesario el dolor
Todo dolor es innecesario
es injusto y cruel.
Quédate conmigo,
acompáñame en esta resistencia activa
Luchemos en todas las contiendas
Dejemos que nuestra voz se alce sobre todos los silencios
Escribamos juntos otra historia
Y entonces, cuando otros nos crean rendidos
habremos ganado
Y las luces de nuestros corazones
encenderán juntas las antorchas de la esperanza
Déjame, entonces, que tu paso sea mi paso
Deja que tu vereda de allá sea también mi vereda
Soledad Hernandez
No puedo hablar de la brisa del atardecer
no puedo cantar odas al amor
Sólo puedo encender una luz
la luz que acompañe a tu corazón
Déjame que cierre esa oquedad
déja que mi voz sea otro testigo
de esta locura que nos quieren vender
Que no te engañe su argucia
que no te vendan como necesario el dolor
Todo dolor es innecesario
es injusto y cruel.
Quédate conmigo,
acompáñame en esta resistencia activa
Luchemos en todas las contiendas
Dejemos que nuestra voz se alce sobre todos los silencios
Escribamos juntos otra historia
Y entonces, cuando otros nos crean rendidos
habremos ganado
Y las luces de nuestros corazones
encenderán juntas las antorchas de la esperanza
Déjame, entonces, que tu paso sea mi paso
Deja que tu vereda de allá sea también mi vereda
Soledad Hernandez