Mi amor, tu con tanta grasa... y yo sin quemar calorías.
Nunca volveré amar, nunca volveré a querer porque sólo saben jugar con los sentimientos de una mujer.
Si yo fuera pintor te haría un retrato y lo llamaría: perfección.
Con tus ojos tan hermosos y profundos como el mar, son muy pocos los momentos que te dejo de admirar.
Si Colón te viera diría: ¡Santa María que preciosa pinta tiene esa niña!