No trate desta manera
tu esperanza a quien la sigue,
sino es para que castigue
al que sus glorias espera;
pues cuando más verdadera
y constante nos parece,
recibimos las que ofrece
los que en su fe confiamos,
y al fin velando soñamos,
y el desengaño enmudece
tu esperanza a quien la sigue,
sino es para que castigue
al que sus glorias espera;
pues cuando más verdadera
y constante nos parece,
recibimos las que ofrece
los que en su fe confiamos,
y al fin velando soñamos,
y el desengaño enmudece