Se puede constatar que en la Edad Media es cuando realmente el "Galgo Español" está formado y constituido. Conforme avanza la Reconquista, se van repoblando las tierras que pasan al dominio de los reyes cristianos. En una primera etapa, en la que se llega hasta el Duero (siglos IX y X), las tierras de Castilla la Vieja son ocupadas por iniciativa privada, los monjes fundan cenobios en comarcas desiertas y grupos de repobladores con pocos medios de roturación se apropian de pequeñas extensiones de tierra junto a estos monasterios. Así se puebla la tierra sin cultivar entre el Duero y el Tajo. El cultivo de la tierra y el pastoreo se constituyen como sistemas de supervivencia. En este momento se iniciaba una intensa labor de deforestación que ocuparía toda la Edad Media. La liebre se asienta en los terrenos de siembra y las grandes extensiones de terrenos baldíos y barbechos producen un incremento de las piezas de caza, consolidándose la tradición a las carreras de liebres con Galgos, práctica común tanto en los reinos árabes como cristianos.
En la Edad Media hay constancia que del aprecio que suscita dentro de la nobleza, de ahí el gran número de leyes (fueros) que penalizaban su hurto o su muerte (siglos IX, X, XI y XII), usándose tanto para la caza de la liebre como para la caza mayor.
En el renacimiento sigue viva y pujante la tradición galguera, mayor en la geografía Castellana quién forja al galgo, tanto en la Meseta Norte: Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora; como en la Meseta Sur: Toledo, Cuenca, Guadalajara, Madrid y Ciudad Real, así vemos el Galgo extenderse por todas aquellas zonas llanas en las que no puede hacerle.
En el renacimiento sigue viva y pujante la tradición galguera, mayor en la geografía Castellana quién forja al galgo, tanto en la Meseta Norte: Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora; como en la Meseta Sur: Toledo, Cuenca, Guadalajara, Madrid y Ciudad Real, así vemos el Galgo extenderse por todas aquellas zonas llanas en las que no puede hacerle.