MARRO (El marro, creo)
Era un juego que los chicos practicaban con frecuencia. Solían realizarlo en la plaza del pueblo. Se precisaban dos bandos, situados uno enfrente del otro con sus respectivas barreras. Cuando un jugador de uno de los bandos salía al campo situado entre ambos, otro del opuesto salía a cogerlo, esquivándolo aquel, a la vez que de su propio campo salía otro jugador que intentaba coger al segundo. Cada jugador sólo podía coger a los del bando opuesto. Para que la captura valiera, el perseguidor debía tocar el "marro", la pared de la "casa".
El preso, para ser liberado por los suyos, debía tener una mano en el "marro" y, si los presos eran varios, debían formar una cadena con sus brazos. Si la cadena se rompía la liberación se anulaba.
No siempre el "marro" se ejercía de una manera ajustada a las reglas, y muchas veces, el "marro" consistía en perseguirse unos a otros hasta capturarse.
(Patricio G. P)
Era un juego que los chicos practicaban con frecuencia. Solían realizarlo en la plaza del pueblo. Se precisaban dos bandos, situados uno enfrente del otro con sus respectivas barreras. Cuando un jugador de uno de los bandos salía al campo situado entre ambos, otro del opuesto salía a cogerlo, esquivándolo aquel, a la vez que de su propio campo salía otro jugador que intentaba coger al segundo. Cada jugador sólo podía coger a los del bando opuesto. Para que la captura valiera, el perseguidor debía tocar el "marro", la pared de la "casa".
El preso, para ser liberado por los suyos, debía tener una mano en el "marro" y, si los presos eran varios, debían formar una cadena con sus brazos. Si la cadena se rompía la liberación se anulaba.
No siempre el "marro" se ejercía de una manera ajustada a las reglas, y muchas veces, el "marro" consistía en perseguirse unos a otros hasta capturarse.
(Patricio G. P)