EL ALARIDO
¿No ves, mi vida, que me estoy muriendo?
¿No ves la sombra del ciprés que crece?
¿Que bulle en mis entrañas y estremece
mi pecho de terror?, ¿No la estás viendo?
¿No ves mi dulce amor que me estoy yendo
al sitio en que la hierba no se mece
y todo el universo se oscurece?
¡Tu risa en este trance no la entiendo!
Y llegará, por fin, triste la hora
en que la sombra del ciprés me envuelva,
sin que tú te des cuenta que he partido.
Y entonces me creerás, aunque a deshora.
Y entonces gritarás para que vuelva,
lanzando silenciosa un alarido.
© Antonio Pardal
¿No ves, mi vida, que me estoy muriendo?
¿No ves la sombra del ciprés que crece?
¿Que bulle en mis entrañas y estremece
mi pecho de terror?, ¿No la estás viendo?
¿No ves mi dulce amor que me estoy yendo
al sitio en que la hierba no se mece
y todo el universo se oscurece?
¡Tu risa en este trance no la entiendo!
Y llegará, por fin, triste la hora
en que la sombra del ciprés me envuelva,
sin que tú te des cuenta que he partido.
Y entonces me creerás, aunque a deshora.
Y entonces gritarás para que vuelva,
lanzando silenciosa un alarido.
© Antonio Pardal