A aquella airosa andaluza
que en las riberas de Cádiz
es, por lo negra y lo hermosa,
la esposa de los cantares;
que en las riberas de Cádiz
es, por lo negra y lo hermosa,
la esposa de los cantares;
a la que en el mar nacida
la embebió el mar de sus sales,
cada ademan una gracia,
cada palabra un donaire;
la embebió el mar de sus sales,
cada ademan una gracia,
cada palabra un donaire;
ve volando, pensamiento,
y al besar los pies de Dafne,
dila que vas en mi nombre
a tributarle homenajes.
y al besar los pies de Dafne,
dila que vas en mi nombre
a tributarle homenajes.