Llegué...
Ninfa Duarte
Si, llegué desde el silencio
que guarda el misterio,
para escarbar tu alma
y liberar al niño
que celoso ocultas
por temor o engaño...
Llegué desde el destino
donde juegas en las noches
entre copa y copa,
para extraer de tu entraña
los silencio duros,
las calladas ansias,
las penas guardadas,
Y espantar al duende
que te induce a amar,
amores prohibidos
amores imposibles…
Llegué desde el tiempo,
de un ayer lejano,
en que la ilusión vivía
dentro del misterio
en tus ojos claros,
en la rosa roja,
en la blanca luna,
sus curiosidades,
ímpetu de abril...
Llegué desde el arcano
que rodea al amor,
porque mi alma de torcaza
no puede más callar
sobre el tiempo ido,
en espera de cambiar
tu yo perdido...
Llegué para salvarte,
porque comprendí,
que llegar tarde,
es mejor que “no llegar”
Por eso: llegué...
NINFA DUARTE
Ninfa Duarte
Si, llegué desde el silencio
que guarda el misterio,
para escarbar tu alma
y liberar al niño
que celoso ocultas
por temor o engaño...
Llegué desde el destino
donde juegas en las noches
entre copa y copa,
para extraer de tu entraña
los silencio duros,
las calladas ansias,
las penas guardadas,
Y espantar al duende
que te induce a amar,
amores prohibidos
amores imposibles…
Llegué desde el tiempo,
de un ayer lejano,
en que la ilusión vivía
dentro del misterio
en tus ojos claros,
en la rosa roja,
en la blanca luna,
sus curiosidades,
ímpetu de abril...
Llegué desde el arcano
que rodea al amor,
porque mi alma de torcaza
no puede más callar
sobre el tiempo ido,
en espera de cambiar
tu yo perdido...
Llegué para salvarte,
porque comprendí,
que llegar tarde,
es mejor que “no llegar”
Por eso: llegué...
NINFA DUARTE