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LA NUEZ DE ARRIBA: Las manitas...

Las manitas

Si mis manos se miraran
se querrían mucho más
se darían, muchos besos
y se irían a pasear.

Pero una de mis manos
yo no se que le pasó
derepente pegó un salto
y a la otra le pegó.

Pero luego arrepentida
a su amiga acarició
prometió no pelear nunca
y muy fuerte la abrazó.