El águila y el raposo
Mientras el raposo estaba comiendo en su casa, ideaba un plan para venderle más caro el queso al águila.
El águila, volando, pensaba qué rico iba a estar el queso, y al cabo de media hora, el águila golpeó a la puerta del raposo:
- ¿Quién es? - preguntó el raposo.
- Soy yo, el águila - dijo el águila.
Mientras el raposo estaba comiendo en su casa, ideaba un plan para venderle más caro el queso al águila.
El águila, volando, pensaba qué rico iba a estar el queso, y al cabo de media hora, el águila golpeó a la puerta del raposo:
- ¿Quién es? - preguntó el raposo.
- Soy yo, el águila - dijo el águila.
Pasa, pasa! - dijo el raposo - Como si estuvieras en tu casa.
El águila entró y el raposo le dijo:
- Son 90 euros.
(En el mercado costaba 5 euros).
Y el águila:
- Es muy caro.
A continuación le dijo que así no se lo compraba y el águila, más fuerte que el raposo, con un movimiento rápido, le quitó el queso y se lo llevó volando y sin pagar.
MORALEJA: No engañes a alguien más listo y fuerte que tú porque te pueden dar una lección.
El águila entró y el raposo le dijo:
- Son 90 euros.
(En el mercado costaba 5 euros).
Y el águila:
- Es muy caro.
A continuación le dijo que así no se lo compraba y el águila, más fuerte que el raposo, con un movimiento rápido, le quitó el queso y se lo llevó volando y sin pagar.
MORALEJA: No engañes a alguien más listo y fuerte que tú porque te pueden dar una lección.