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LA NUEZ DE ARRIBA: Sin saber por qué...

Sin saber por qué
lloro ante las hojas
del arbolé.
Caña de voz y gesto,
una vez y otra vez
tiembla sin esperanza
en el aire de ayer.
La niña, suspirando,
lo quería coger.
Pero llegaba siempre
un minuto después.
¡Ay, sol! ¡Ay, luna, luna!
¡Un minuto después!
Sesenta flores grises
enredaban sus pies.
¡Mira cómo se mece
una vez y otra vez!
¡Mira qué blanca brisa
en el aire de ayer!
Sin saber por qué,
lloro ante las hojas
del arbolé.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
! Si era ella! Liguera, menuda; casi una niña descendía la senda aquella, con el cántaro a la cadera. Y yo que la había conocido de niña: la niña aquella, que jugaba conmigo...-! que influjo del pasado que inocencia de niños-! Y yo que le había dado besos en su cara, sonrosada!...
Y me fuí a la ciudad. Y aquel díje se lo dije lloraba ¿Porque lloras?- dije entonces. ¿Poeque llorabas amiga del alma? A mi también me gustaba, jugar contigo, niña de las trenzas largas. para mi fue también muy penoso, ... (ver texto completo)