Cae un sol cegador
sobre los vastos campos rumorosos.
Es terrible el calor.
Los árboles frondosos
parecen centinelas silenciosos.
No se mueven las ramas.
Están quietas las hierbas en los prados.
Callan hojas, retamas,
los lirios delicados,
los ribazos con flores adornados.
sobre los vastos campos rumorosos.
Es terrible el calor.
Los árboles frondosos
parecen centinelas silenciosos.
No se mueven las ramas.
Están quietas las hierbas en los prados.
Callan hojas, retamas,
los lirios delicados,
los ribazos con flores adornados.
Un silencio muy grave
se ha instalado por valles y colinas.
No se escucha ni un ave
en los pinos y encinas
trinando con sus voces cristalinas.
Todos los animales
con loca rapidez se han escondido
entre los matorrales,
en el secreto nido,
en el hueco de un árbol carcomido.
se ha instalado por valles y colinas.
No se escucha ni un ave
en los pinos y encinas
trinando con sus voces cristalinas.
Todos los animales
con loca rapidez se han escondido
entre los matorrales,
en el secreto nido,
en el hueco de un árbol carcomido.
Los varios moradores
del bosque se han quedado como mudos.
Los pájaros cantores,
los insectos zancudos,
los ratones pequeños y peludos.
Ya no se ve el conejo
que jugaba feliz en la gramilla,
ni el jabato perplejo,
ni la graciosa ardilla,
ni la resuelta y grácil cervatilla.
del bosque se han quedado como mudos.
Los pájaros cantores,
los insectos zancudos,
los ratones pequeños y peludos.
Ya no se ve el conejo
que jugaba feliz en la gramilla,
ni el jabato perplejo,
ni la graciosa ardilla,
ni la resuelta y grácil cervatilla.