ELOGIO DE LA FRESA
Sobre el cáliz, humilde como un nido,
una cúpula grana está fragante,
como un cielo de púrpura sangrante
y en botones de oro entretejido.
Parece que el rocío se ha dormido
y ha dejado cristales como espadas.
Diminutas estrellas derramadas
se perlan, niñas, a su alrededor.
¡Agridulce rubí, con tu rubor
enamoras las huertas consteladas!
Sobre el cáliz, humilde como un nido,
una cúpula grana está fragante,
como un cielo de púrpura sangrante
y en botones de oro entretejido.
Parece que el rocío se ha dormido
y ha dejado cristales como espadas.
Diminutas estrellas derramadas
se perlan, niñas, a su alrededor.
¡Agridulce rubí, con tu rubor
enamoras las huertas consteladas!