Buenas tardes Victoria: Un saludo en una tarde en la que apenas se siente el frío. Y es que estamos en el veranillo de San Martín. Fue ayer precisamente el día del Santo. Hay un dicho que dice que a todo cerdo le llega su San Martín... No se si habrá otro o se refieren a este. Esto sería en otros tiempos pues ahora no esta para matanzas, con tanto calor. Claro que entonces, nada más que hiciese frío ya se pensaba en matar un cochino, de los dos o tres que se solían tener, pues la despensa ya estaba pelada; digo, peladísima. Ya no quedaban ni huesos, después de un verano en al que había que alimentar a los de casa y a los peones que venían a segar. Ahora las ollas de adobo durarían mucho más pues la maquinaria no come; pero si contamos lo que gastan en combustibles, grasas, aperos, revisiones y mecánicos, se nos tragan la mitad de la cosecha. Si el labrador contara, no sembrara; es lo que dice el refrán...
Un abrazo.
Un abrazo.
