Asombrada!
Dueña de atardeceres de rojos y naranjas
me caldeo ante el fuego de Febo cuya danza,
rumores me regala de lágrimas en perlas.
Cristales que susurran en mi ser como un ruego,
orando que mis padres
descansen en el cielo
entre nubes de gloria cual suave terciopelo.
¡Encantada!
Dueña de las mareas que al mar le dan su ritmo
me humedezco con sales de yodo perfumadas.
Olas escandalosas me regalan rumores
de risas que gloriosas me acurrucan recuerdos,
de mi hijo jugando
de mi hijo viniendo
de mi hijo en abrazos jugando con mi pelo.
¡Desvelada!
Dueña de atardeceres de rojos y naranjas
me caldeo ante el fuego de Febo cuya danza,
rumores me regala de lágrimas en perlas.
Cristales que susurran en mi ser como un ruego,
orando que mis padres
descansen en el cielo
entre nubes de gloria cual suave terciopelo.
¡Encantada!
Dueña de las mareas que al mar le dan su ritmo
me humedezco con sales de yodo perfumadas.
Olas escandalosas me regalan rumores
de risas que gloriosas me acurrucan recuerdos,
de mi hijo jugando
de mi hijo viniendo
de mi hijo en abrazos jugando con mi pelo.
¡Desvelada!