Pilones Romanos, LA NUEZ DE ARRIBA

Fotografía en diferente estado de los "Pilones" al estado actual, ya restaurados.
Amistad de cuatro, junta el diablo, si es de bellacos.
De hirsuta cola y retorcido cuerno,
ya lo circunda enjambre numeroso
de los feos señores del Infierno,
más feroces que toros en el coso.
Prueba de ellos a huir; y a cualquier lado
un furioso demonio ve delante;
crudos hieren su cuerpo desdichado
con saetas de fuego penetrante,
cuyo incendio con tal viveza siente,
que súbito del sueño se recuerda,...
Él, a quien enseñó Filosofía
que mueren alma y cuerpo juntamente,
él, que del fuego eterno se reía,
ya, ya se mira en la ciudad doliente.
¡Ay! ¡qué voces extrañas! ¡ay! ¡qué lloro
desesperado hiere sus oídos!
¡Ay! ¡qué confuso ensordeciente coro
de gritos, de blasfemias y gemidos!
A la escuela del amor de la mano me llevaste en la primera lección el corazón me robaste
Si algún día me dejases no podría vivir se me iría algo muy grande la razón de mi existir.