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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

Blanca con lazo azul
Foto enviada por Victoria Serna,

•Busco almas encendidas; las frías no me hielan, pero me hieren. José Narosky () escritor argentino.
¿Qué hace una estrella volando tan bajito?
La melancolía es la felicidad de estar triste.

Victor Hugo
Jesús, lo que hay qye leer
La melancolía es la felicidad de estar triste.

Victor Hugo
•Descubre por qué necesitabas salir venturoso de ciertas experiencias, y no las necesitarás otra vez.
•Desde que se cesa de luchar por ella, la vida ya no tiene sabor. Armando Palacio Valdés (1853–1938) escritor español.
•Busco almas encendidas; las frías no me hielan, pero me hieren. José Narosky () escritor argentino.
•Descubre por qué necesitabas salir venturoso de ciertas experiencias, y no las necesitarás otra vez.
•Busco almas encendidas; las frías no me hielan, pero me hieren. José Narosky () escritor argentino.
Abro la noche... siento cómo vive
encerrada en su hielo;
su dilatada entraña me recibe
con algo de recelo;
descienden las raíces hasta el fondo
del jardín sumergido
y un ciego palpitar, que casi escondo,
es mi día perdido.
¡Ah, frágil regocijo de blancura!...
¡Ah, mi amor volandero!...
¿En qué nuevo dominio la clausura
de aquel verano entero?
Aunque soy del amor, ya no persigo
su cítara o su espada,
y estoy en mi pregunta, en mi castigo,
como muerte olvidada.
Miro el día deshecho entre mis brazos;
recojo la ceniza;
guardo el eco dolido de unos pasos,
que ya no van de prisa;
si he de alcanzar las dulces amapolas
y el camino vehemente
tengo que desgarrar mis manos solas
y hasta olvidar mi frente.
Abro la noche... siento cómo vive
encerrada en su hielo;
su dilatada entraña me recibe
con algo de recelo;
descienden las raíces hasta el fondo
del jardín sumergido
y un ciego palpitar, que casi escondo,
es mi día perdido.
Vengo del fuego dulce, de la inmensa
claridad recibida;
soy la que nada sabe... la indefensa
criatura agradecida.
¿En dónde se refugian los panales
con sus líquidas flores?
¿En dónde el higueral, los manantiales
y mis siete colores?
Miro el día deshecho entre mis brazos;
recojo la ceniza;
guardo el eco dolido de unos pasos,
que ya no van de prisa;
si he de alcanzar las dulces amapolas
y el camino vehemente
tengo que desgarrar mis manos solas
y hasta olvidar mi frente.
Nace el amor... y aquí su llama ardida
no deja casi nada;
lo que era ayer el centro de mi vida
se vuelve ciudadela abandonada.
¿Apaga el corazón los finos verdes
que este cielo derrama?
¿Diré que oscuramente tú los pierdes
por el musgo y la grama?
Vengo del fuego dulce, de la inmensa
claridad recibida;
soy la que nada sabe... la indefensa
criatura agradecida.
¿En dónde se refugian los panales
con sus líquidas flores?
¿En dónde el higueral, los manantiales
y mis siete colores?
3. Nace el amor en tallos de la muerte
como flor presurosa;
nunca el amante corazón advierte
espadas del jardín sobre la rosa;
nace el amor... y apenas resplandece
quiebra su rojo vuelo.
¿A qué extraños mandatos obedece
por el aire y el suelo?
Nace el amor... y aquí su llama ardida
no deja casi nada;
lo que era ayer el centro de mi vida
se vuelve ciudadela abandonada.
¿Apaga el corazón los finos verdes
que este cielo derrama?
¿Diré que oscuramente tú los pierdes
por el musgo y la grama?
3. Nace el amor en tallos de la muerte
como flor presurosa;
nunca el amante corazón advierte
espadas del jardín sobre la rosa;
nace el amor... y apenas resplandece
quiebra su rojo vuelo.
¿A qué extraños mandatos obedece
por el aire y el suelo?
Cuando deseas algo, tu alegría depende de ese algo. Si te lo quitan, te sientes desgraciado; si te lo dan, te sientes feliz, pero sólo momentáneamente. Esto también tiene que entenderse. Cuando se realiza tu deseo, sólo sientes una alegría momentánea. Es pasajera, porque una vez que tienes ese algo, la mente empieza a desear más, a desear otras cosas. La mente existe en el deseo; por eso nunca puede dejarte sin deseos. Si te quedas sin deseos, la mente muere instantáneamente. Éste es el gran secreto ... (ver texto completo)