En lo alto de una montaña
hay una cabra comiendo,
levanta la cabeza y dice:
¡Qué gorda me estoy poniendo!
EL MOLINERO
Había una vez un molinero
que molía con esmero,
día y noche sin parar,
para que así el panadero
pudiera hacer el pan
A los suspiros di la voz del canto,
la confusión inunda l'alma mía:
mi corazón es reino del espanto
Dejadme ahora libre,
que, pasado este tiempo,
podréis comerme a gusto,
lucio, gordo y relleno"
Quedaron convenidos,
y apenas se cumplieron
los días señalados,
el lobo buscó al perro.
Estábase en su casa
con otro compañero ... (ver texto completo)
Salen a recibirle
al punto que lo vieron.
Matalobos bajaba
con corbatín de hierro.
No era el lobo persona
de tantos cumplimientos,
y así, por no gastarlos,
cedió de su derecho.
Huía, y le llamaban;
mas él iba diciendo
con el rabo entre las piernas:
"Pies, ¿para qué os quiero?"
Hasta los niños saben
que es de mayor aprecio
un pájaro en la mano
que por el aire ciento. ... (ver texto completo)
EL LOBO Y EL PERRO FLACO
Distante de la aldea
iba cazando un perro
flaco, que parecía
un andante esqueleto.
Cuando menos lo piensa,
un lobo lo hizo preso.
Aquí de sus clamores,
de sus llantos y ruegos.
"Decidme señor lobo: ... (ver texto completo)
Dejadme ahora libre,
que, pasado este tiempo,
podréis comerme a gusto,
lucio, gordo y relleno"
Quedaron convenidos,
y apenas se cumplieron
los días señalados,
el lobo buscó al perro.
Estábase en su casa
con otro compañero ... (ver texto completo)
EL LOBO Y EL PERRO FLACO
Distante de la aldea
iba cazando un perro
flaco, que parecía
un andante esqueleto.
Cuando menos lo piensa,
un lobo lo hizo preso.
Aquí de sus clamores,
de sus llantos y ruegos.
"Decidme señor lobo:
¿Qué queréis de mi cuerpo,
si no tiene otra cosa
que huesos y pellejo?
Dentro de quince días
casa a su hija mi dueño,
y ha de haber para todos
arroz y gallo muerto. ... (ver texto completo)
Una maja de hierro, a fuerza de ser afilada, puede convertirse en una aguja.
Si uno no entra en la guarida del tigre, ¿cómo podrá apoderarse de sus cachorros?
O bien no emprender nada, o bien asombrar a todo el mundo con cuanto emprende.
No renunciar a sus esperanzas hasta llegar al río Huanghe.
En el mundo no hay nada difícil siempre que el hombre tenga asiduidad.