Un hombre que cortaba y tallaba
rocas para hacer lápidas, se sentía infeliz con su trabajo y pensaba que le gustaría ser otra persona y tener una posición social distinta.
Un día pasó delante de la
casa de un rico comerciante y vio las posesiones que éste tenía y lo respetado que era en la ciudad. El tallador de
piedras sintió envidia del comerciante y pensó que le gustaría ser exactamente como él, en lugar de tener que estar todo el día trabajando la
roca con el martillo y el cincel.
Para gran
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