Mas el destino nos presenta a otros
amigos, los
cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro
camino. A muchos de ellos los denominamos
amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son
verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace
feliz. Y a veces uno de esos amigos del
alma estalla en nuestro corazón y entonces es
llamado un
amigo enamorado.
Ese da brillo a nuestros ojos,
música a nuestros
labios, saltos a nuestros pies.