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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

En compañia de mi querido hermano Alberto
Foto enviada por Victoria Serna,

Elogio

¡Poeta! tú naciste para reír bajo las vides
para cantar victorias y triunfar en las lides
y llevar el ensueño de canción en canción
orlarte con coronas del laurel de las Hadas
y llevar tus guedejas bajo el Sol coronadas
por las formas olímpicas donde ríe el amor.

Un haz de voluntades te llevó a otros vergeles
y cantaste a otras razas y bebiste otras mieles
junto a un río de plata donde se mira el Sol;
la Historia entre tus humos un perfume ha aspirado
y un susurro de voces en el bosque sagrado
anuncia el nuevo triunfo de un nuevo Anacreón.

Heraldo de tu raza diste el primer acorde
en la augusta trompeta y en la lira tricorde
donde las notas juguetearon como en un humo sideral
y hay en tu vieja estirpe, noble como el acero
guerrero en la gloria y en la tierra un trovero
fresco, joven y ardiente como una flor primaveral.

Vayan mis versos pálidos a orlar serenamente
junto a tantos laureles los rizos de tu frente
cual susurro lejano de un modesto vergel,
bajo la débil sombra de tu imperial corona
que el arte, el talento y el amor eslabona
con un simbólico laurel.

Hubo en tu raza un hombre, precursor de la Historia
que soñó tus canciones y presintió tu gloria
entre águilas heráldicas y entre campos de azur,
que imaginó algo grande digno de tus hazañas
y en el nido más alto de las altas montañas
hizo un pueblo, poeta, ¡donde nacieras tú!
Recuerdo vagamente de un lejano momento.

Fue un floreal. Tus canciones impregnaron el viento
y yo vi ante tus versos la brisa sonreír,
cantará las doradas espigas de la lira...
En el floreal de entonces cantaste a Primavera,
y hoy es la Primavera, ¡la que te canta a ti!

Ve por el mundo, bardo, y atraviesen tus rondas
entre frescos jardines y entre aromadas frondas
hacia el amplio sendero donde mora Ilusión
poeta que naciste para reír bajo las vides
para cantar victorias y triunfar en las lides
¡y llevar el Ensueño de canción en canción! ... (ver texto completo)
Soneto del hermano ausente

La misma mesa antigua y holgada, de nogal,
Y sobre ella la misma blancura del mantel
Y los cuadros de caza de anónimo pincel
Y la oscura alacena, todo, todo está igual…

Hay un sitio vacío en la mesa hacia el cual
mi madre tiende a veces su mirada de miel
y se musita el nombre del ausente; pero él ... (ver texto completo)
NOCHE

¿Que es noche sin estrellas?
¿O sin aparecer la luna?
Cielo vacio, sin poesía...
Es mi noche, sin ti...

Añoranza cerca del fin
En un abrazo, siento el calor
Noche llevame a tu encuentro ... (ver texto completo)
Voy de la escuela a la iglesia
y allí, con recogimiento
a la Virgen del Rosario
que es la Patrona del pueblo
le pido en una plegaria
que interceda por mis muertos.

Al abandonar la iglesia
y entrar en el cementerio
mi corazón no soporta ... (ver texto completo)
Entre modernos tractores
Con sus aguzadas rejas
Y ovejas amodorradas
Bajo el sol de primavera
Unas yuntas perezosas
Arando están en la vega

Ya por los trigales verdes
que se ven frente a la ermita
y en las cebadas tempranas ... (ver texto completo)
Entro despacio en el aula
que para mí es como un templo
y al fondo tras una mesa
donde hay libros y cuadernos
y de este año un calendario
veo a mi antiguo maestro.

El tiempo, que no perdona
ni sabe de sentimientos
ha encorvado sus espaldas ... (ver texto completo)
Voy de la escuela a la iglesia
y allí, con recogimiento
a la Virgen del Rosario
que es la Patrona del pueblo
le pido en una plegaria
que interceda por mis muertos.

Al abandonar la iglesia
y entrar en el cementerio
mi corazón no soporta ... (ver texto completo)
En la casa de mis padres
de familiares y amigos
falta la presencia física
de aquellos seres queridos
que Dios llevó al otro mundo
o están por este esparcidos.

En las calles y las plazas
Y lugares que visito
Se nota también la ausencia ... (ver texto completo)
Entro despacio en el aula
que para mí es como un templo
y al fondo tras una mesa
donde hay libros y cuadernos
y de este año un calendario
veo a mi antiguo maestro.

El tiempo, que no perdona
ni sabe de sentimientos
ha encorvado sus espaldas
y encaneció sus cabellos
está igual que lo imagino
no como yo lo recuerdo ... (ver texto completo)
"A MI PUEBLO "

A mi pueblo de Alpanseque
al cual dedico estos versos
yo le digo en sus estrofas
de la forma que lo quiero
y que a través de los años
cada vez más de él me acuerdo.

Desde esta noble Argentina ... (ver texto completo)
En la casa de mis padres
de familiares y amigos
falta la presencia física
de aquellos seres queridos
que Dios llevó al otro mundo
o están por este esparcidos.

En las calles y las plazas
Y lugares que visito
Se nota también la ausencia ... (ver texto completo)
"A MI PUEBLO "

A mi pueblo de Alpanseque
al cual dedico estos versos
yo le digo en sus estrofas
de la forma que lo quiero
y que a través de los años
cada vez más de él me acuerdo.

Desde esta noble Argentina ... (ver texto completo)
"Si tiene remedio, ¿por qué te quejas? Si no tiene remedio, ¿por qué te quejas
El primer castigo del culpable es que jamás será absuelto por su conciencia.
V

Cuando llegó al pie de la montaña no se paró ni un segundo a descansar, comenzó inmediatamente a subir porque tenía muchas ganas de encontrar al Señor Ruiz, pero como era una gatita pequeñita y los gatos no saben escalar montañas llegó un momento en que no pudo avanzar más. Miró hacia arriba y se dio cuenta que todavía le faltaba muchísimo para llegar a la cima, donde ella suponía que viviría el águila malvada. Lo único que podía hacer era retroceder. Entonces se acordó de los regalos y sacó ... (ver texto completo)
y VI

El Señor Ruiz le contó que el águila lo había raptado porque quería aprender las bonitas canciones y melodías que él conocía, por eso le obligaba a cantar, sin descanso, durante todo el día, desde el amanecer hasta la puesta de sol. Pero el águila malvada fue incapaz de aprender nada porque para poder cantar cosas hermosas se necesita un alma grande y generosa como la del Señor Ruiz.
Desde entonces el Señor Ruiz sólo canta a Migarabí y a nadie más y ya nunca sube al tejado, mira pasar las ... (ver texto completo)
V

Cuando llegó al pie de la montaña no se paró ni un segundo a descansar, comenzó inmediatamente a subir porque tenía muchas ganas de encontrar al Señor Ruiz, pero como era una gatita pequeñita y los gatos no saben escalar montañas llegó un momento en que no pudo avanzar más. Miró hacia arriba y se dio cuenta que todavía le faltaba muchísimo para llegar a la cima, donde ella suponía que viviría el águila malvada. Lo único que podía hacer era retroceder. Entonces se acordó de los regalos y sacó ... (ver texto completo)
II

Hasta que un día llegó al pueblo el Señor Ruiz, un guapo ruiseñor de larga cola y pardo plumaje que embelesó a todos con sus armoniosos trinos y gorjeos. El ruiseñor Ruiz había viajado por todo el mundo y había aprendido canciones de diferentes países y culturas. Conocía las melodías más bonitas y románticas, las baladas más hermosas y las canciones de amor más apasionadas. También recitaba de carrerilla muchísimos poemas, modernos y antiguos, alegres y tristes, largos y cortos, de olores, ... (ver texto completo)
III

Todas las mañanas Migarabí salía a pasear con sus amigas y, mientras tanto, el Señor ruiseñor subía al tejado para contemplar las lejanas montañas nevadas y ver pasar las nubes. Le gustaba recordar sus largos viajes e imaginar que, subido en una de aquellas nubes, viajaba otra vez por todo el mundo.
Pero una triste mañana apareció un águila malvada que atrapó al ruiseñor en sus garras y se lo llevó volando. Lo único que pudo hacer el valiente Señor Ruiz fue arrancarle una pluma al águila ... (ver texto completo)
LA GATITA Y EL RUISEÑOR

(Un cuento clásico del Siglo XXI)

Francisco José Briz Hidalgo

I

En la casita más linda del barrio de los animales de Minilandia vivía muy feliz Migarabí, una gatita pequeña, hermosa, olorosa y bella que disfrutaba con la música y la poesía. Era una de las hijas de Micifuz, el gato que hacía cumplir la ley gatuna en la villa de Minilandia. Sus vecinos la adoraban porque siempre estaba contenta y risueña, se portaba muy bien con todo el mundo y cualquiera que se ... (ver texto completo)
II

Hasta que un día llegó al pueblo el Señor Ruiz, un guapo ruiseñor de larga cola y pardo plumaje que embelesó a todos con sus armoniosos trinos y gorjeos. El ruiseñor Ruiz había viajado por todo el mundo y había aprendido canciones de diferentes países y culturas. Conocía las melodías más bonitas y románticas, las baladas más hermosas y las canciones de amor más apasionadas. También recitaba de carrerilla muchísimos poemas, modernos y antiguos, alegres y tristes, largos y cortos, de olores, ... (ver texto completo)
LA GATITA Y EL RUISEÑOR

(Un cuento clásico del Siglo XXI)

Francisco José Briz Hidalgo

I

En la casita más linda del barrio de los animales de Minilandia vivía muy feliz Migarabí, una gatita pequeña, hermosa, olorosa y bella que disfrutaba con la música y la poesía. Era una de las hijas de Micifuz, el gato que hacía cumplir la ley gatuna en la villa de Minilandia. Sus vecinos la adoraban porque siempre estaba contenta y risueña, se portaba muy bien con todo el mundo y cualquiera que se ... (ver texto completo)