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LA NUEZ DE ARRIBA (Burgos)

Casa,,1
Foto enviada por Victoria Serna,

¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!.

Miguel de Cervantes Saavedra
Te amo hasta el límite de la más serena necesidad cotidiana; a la luz del sol y de la vela. Te amo libremente, tal como los hombres luchan por el derecho. Te amo puramente, tal como ellos huyen de la fama. Te amo con la pasión que solía poner en mis viejos pesares, y con la fe de mi niñez.
De cuántos modos te quiero?. Déjame contarlos. Te amo hasta todo lo más profundo, ancho y alto que mi alma alcanza cuando se siente oculta a la vista para los fines del Ser y de la gracia ideal
El viejo tenía un hijo que comenzó a entrenar a los caballos. Una semana más tarde se cayó de un caballo y se rompió las dos piernas. La gente volvió a reunirse y a juzgar:

-De nuevo tuviste razón -dijeron-. Era una desgracia. Tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas y a tu edad él era tu único sostén. Ahora estás más pobre que nunca.

-Están obsesionados con juzgar -dijo el viejo-. No vayan tan lejos, sólo digan que mi hijo se ha roto las dos piernas. Nadie sabe si es una desgracia o ... (ver texto completo)
Sucedió que pocas semanas después el país entró en guerra y todos los jóvenes del pueblo eran llevados por la fuerza al ejército. Sólo se salvó el hijo del viejo porque estaba lisiado. El pueblo entero lloraba y se quejaba porque era una guerra perdida de antemano y sabían que la mayoría de los jóvenes no volverían.

-Tenías razón, viejo, era una fortuna. Aunque tullido, tu hijo aún está contigo. Los nuestros se han ido para siempre.

-Siguen juzgando -dijo el viejo-. Nadie sabe. Sólo digan que ... (ver texto completo)
De nuevo se reunió la gente diciendo:

-Tenías razón, viejo. No fue una desgracia sino una verdadera suerte.

-De nuevo están yendo demasiado lejos -dijo el viejo-. Digan sólo que el caballo ha vuelto... ¿quién sabe si es una suerte o no? Es sólo un fragmento. Están leyendo apenas una palabra en una oración. ¿Cómo pueden juzgar el libro entero?

Esta vez la gente no pudo decir mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado. Habían llegado doce caballos hermosos...
El viejo tenía un hijo que comenzó a entrenar a los caballos. Una semana más tarde se cayó de un caballo y se rompió las dos piernas. La gente volvió a reunirse y a juzgar:

-De nuevo tuviste razón -dijeron-. Era una desgracia. Tu único hijo ha perdido el uso de sus piernas y a tu edad él era tu único sostén. Ahora estás más pobre que nunca.

-Están obsesionados con juzgar -dijo el viejo-. No vayan tan lejos, sólo digan que mi hijo se ha roto las dos piernas. Nadie sabe si es una desgracia o ... (ver texto completo)
-No vayan tan lejos -dijo el viejo-. Simplemente digan que el caballo no estaba en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es juicio de ustedes. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé, porque esto apenas es un fragmento. ¿Quién sabe lo que va a suceder mañana?

La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían sabido que estaba un poco loco. Pero después de 15 días, una noche el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no sólo eso, sino que trajo consigo una docena de ... (ver texto completo)
De nuevo se reunió la gente diciendo:

-Tenías razón, viejo. No fue una desgracia sino una verdadera suerte.

-De nuevo están yendo demasiado lejos -dijo el viejo-. Digan sólo que el caballo ha vuelto... ¿quién sabe si es una suerte o no? Es sólo un fragmento. Están leyendo apenas una palabra en una oración. ¿Cómo pueden juzgar el libro entero?

Esta vez la gente no pudo decir mucho más, pero por dentro sabían que estaba equivocado. Habían llegado doce caballos hermosos...
En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes lo envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco.

Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo, pero el hombre decía: "Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?" Era un hombre pobre pero nunca vendió su caballo.

Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo:

-Viejo estúpido. Sabíamos que algún día le robarían ... (ver texto completo)
-No vayan tan lejos -dijo el viejo-. Simplemente digan que el caballo no estaba en el establo. Este es el hecho, todo lo demás es juicio de ustedes. Si es una desgracia o una suerte, yo no lo sé, porque esto apenas es un fragmento. ¿Quién sabe lo que va a suceder mañana?

La gente se rió del viejo. Ellos siempre habían sabido que estaba un poco loco. Pero después de 15 días, una noche el caballo regresó. No había sido robado, se había escapado. Y no sólo eso, sino que trajo consigo una docena de ... (ver texto completo)
En una aldea había un anciano muy pobre, pero hasta los reyes lo envidiaban porque poseía un hermoso caballo blanco.

Los reyes le ofrecieron cantidades fabulosas por el caballo, pero el hombre decía: "Para mí, él no es un caballo, es una persona. ¿Y cómo se puede vender a una persona, a un amigo?" Era un hombre pobre pero nunca vendió su caballo.

Una mañana descubrió que el caballo ya no estaba en el establo. Todo el pueblo se reunió diciendo:

-Viejo estúpido. Sabíamos que algún día le robarían ... (ver texto completo)
"La felicidad es como una mariposa, cuanto más la persigues, más te eludirá. Pero si vuelves tu atención a otras cosas,
vendrá y suavemente se posará en tu hombro". Hawthorne
"Se recibe a los hombres según el vestido que llevan, pero se les sale a despedir según el talento que han demostrado..." Saadi
Disimulan cuando derramo el café sobre la mesa.

Se detienen a charlar conmigo por unos momentos.

Aceptan mis fallas de memoria y nunca me dicen, “eso ya lo dijiste”.
Saben despertar recuerdos de un pasado feliz.

Me hacen saber que soy querido y respetado y que no estoy solo.

Comprenden lo difícil que es el encontrar fuerzas para vivir con dignidad

y me permiten esperar tranquilo el día de mi partida.
Agradecimientos del anciano.

Gracias a quienes:

Entienden lo torpe de mi caminar y la poca firmeza de mi pulso.

Comprenden que ahora mis oídos se esfuerzan por escuchar lo que ellos dicen.

Se percatan de que mis ojos están empañados y mi sentido del humor limitado.
Disimulan cuando derramo el café sobre la mesa.

Se detienen a charlar conmigo por unos momentos.

Aceptan mis fallas de memoria y nunca me dicen, “eso ya lo dijiste”.
Agradecimientos del anciano.

Gracias a quienes:

Entienden lo torpe de mi caminar y la poca firmeza de mi pulso.

Comprenden que ahora mis oídos se esfuerzan por escuchar lo que ellos dicen.

Se percatan de que mis ojos están empañados y mi sentido del humor limitado.
Que Dios te conceda suficiente...

felicidad para que te mantenga alegre;
pruebas para que te mantengan fuerte;
tristezas para que te mantengan humano;
esperanza para que te mantenga feliz.

Fracasos para que te mantengan humilde;
éxito para que te mantenga alerta;
amigos para que te brinden consuelo; ... (ver texto completo)
Del dicho al hecho hay mucho trecho

Poco cuesta platicar
o decir ser solidario
lo difícil es actuar
ser con obras voluntario