Valeria era una niña muy preocupada por su papá. Desde hacía algún tiempo, había visto que se estaba quedando calvo, y que cada vez tenía menos pelo. Un día, se atrevió a preguntárselo:
- Papá, ¿por qué cada día tienes menos pelo?
Su papá le dijo sonriente:
- Es por el ladrón de pelos. Hay por esta zona un ladronzuelo chiquitito que visita mi cabeza por las
noches cuando estoy dormido, y me quita todos los pelos que le da gana. ¡Y no hay forma de atraparlo!
Valeria se quedó preocupada,
... (ver texto completo)